Emperatriz - ¿Adolescencia?
Emperatriz - ¿Adolescencia?
La energía que emana La Emperatriz es intensa, fuerte, un torbellino de energía creativa, de autoexploración, es el “salir al mundo” pero sin experiencia, por eso es fácilmente asociada a la adolescencia.Si bien es cierto que este arcano no remite únicamente a esta etapa, ni tampoco todos los jóvenes adolescentes portan de manera tajante estas características, me resulta interesante aprovechar para desarmar algunas de las construcciones sociales con las que pensamos a este grupo que no es ni niñx, ni adultx, ni madurx, ni inmadurx, está saliendo pero no salió, piensa, pero aun le falta… ¿Qué lugar les es dado?
Me resuena también El Papa para pensar esta “etapa” dado que representa -entre otras cosas- un momento de quiebre con una situación, momento, identidad, esquema de pensamiento. Algo así como que aquello que me representaba o con lo que me identificaba ya no va más, pero “cruzar el umbral” que me aleja de lo conocido, de mi estabilidad, me da miedo, del otro lado no sé qué hay ¿qué hago? ¿salto al vacío?
En nuestra sociedad occidental se espera que el adolescente deje de comportarse de “modo infantil” e incorpore una nueva posición ante sí mismo y ante su entorno.
A partir de entonces se le otorgan responsabilidades “adultas” y aquellas que se asocian al mundo académico y laboral productivo.
Tal como La Emperatriz esta concepción del ser adolescente está fuertemente ligada al pensamiento occidental contemporáneo, en la cual todxs lxs jóvenes experimentarían una violenta y turbulenta transformación. ¿son biológicas? sí. ¿son sociales? sí.
La antropóloga Margaret Mead tras sus trabajos junto a las comunidades que habitaban en Samoa, demostró cómo la adolescencia no es una etapa común a todas las sociedades humanas, allí por ejemplo dice Mead “la cultura decreta que la transición de la niñez a la edad adulta debe ser gradual y serena, como es el caso de Samoa, donde no hay tempestad ni tensión, solo una tranquila aceptación de rol adulto.” (Mead, 1984)
Los ritos de iniciación tienen mucho que ver en esto, ya que mediante estos se da comienzo a todas las iniciaciones en la vida posterior. Como vimos anteriormente, mediante estos eventos se alivian tensiones, conflictos, son “espacios, momentos, estructuras” en las que se produce suspensión del tiempo, las normas se vuelven laxas, se permiten acciones que se prohíben en el tiempo espacio cotidiano. Algunos de los hitos que se me ocurren anclados en el sentido común son: la ingesta de alcohol (desde no encontrar límite, hasta un vaso), trasnochar, las salidas hasta la madrugada, UPD, UUD. Son “permitidos” podés hacerlos, pero no siempre, podés ahora más no después. Muchas de estas acciones marcan un antes y después, si se realizan o no se realizan nos posicionan ante la sociedad y ante pares de maneras diferentes.
Pienso en mi ser adolescente, me veo en ese quiebre, me veo caminando sola (sola, físicamente porque la imagen de mi ma/padres me acompañaba) me recuerdo libre pero atada. Me recuerdo en ese estado intermedio de crisis vital, tentada por el más allá “oscuro” desconocido, atraída por … se viene El Diablo (Arcano XV) lo prohibido, pero sujetada por “los adultxs del entorno”, los que saben, así como este arcano sujeta a súbditos. De todas formas ya está, yo ya estaba por cruzar el puente.
Y otra vez pregunto… ¿podemos generalizar? Puede que hayamos experimentado algo de esto, puede que resuene, pero ¿para toda la humanidad es igual?
¿Interesante no? esto querría decir que la energía de la emperatriz no necesariamente representa a “la adolescencia”, sino a la adolescencia en algunas sociedades.
¿Y si nada de eso me tienta? ¿y soy un adolescente que no le atrae eso? ¿dejo de ser adolescente? entro en crisis? ¿como soy vista por los “adultxs”? ¿y por mis pares? ¿son pares? cómo me diferencio? preguntas, preguntas y más preguntas me son habilitadas por estas cartas.
Cartas: IG @nosotrastarot
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